La rabia

A Pinochet

Ladras perro, y tu mansedad descubres.
Ladras, hombre. Y por tu poder,
tu gran sentido,
por ese deber que te han conseguido,
no eres perro,
eres rabia.

Vosotros decís que sí,
Ustedes dicen que no.
Amigo, ¿dónde está la distinción?
¿Dónde puedo galopar
sin tener que desertar?
"Galopa sin guía, viajero.
No dejes que te dominen
los que nunca darán remo
a la barca que, en tu vida,
es un bien no pasajero".

Ladras, hombre.
Y tus ladridos se oyen
mas que en cien gritos que lloren.

Miras, hombre.
Y tu mirada invade
la mente de corazones
que no quieren que les manden.

Matas, hombre.
Y la muerte que difundes
es para tí un "muy bien" que nos desune.

Eres, hombre.
Y tu ser hace que sienta
la repugnancia de serlo,
por ver en tí un espejo
que me mata y alimenta.

¿Estaré yo equivocado?
¿Será que no eres un hombre?
¿Será que eres un perro
-con perdón por el canino-
que ni ladra, mata o mira,
ni tan siquiera aspira a ser,
que tan sólo escupe muerte,
miedo, invasión en mentes
en miradas portadoras de....
....rabia.

Rabia desalmada que no piensa en subsistir.
Ni tan siquiera en vivir.
Que sólo intenta enmarcar
a todo ser animal
en el "más" de consumir,
en el marco que acatar.
¿Es que somos ya peleles?
¿No sabemos distinguir
lo que es matar
de morir?

Luchemos con nuestras risas
sueltas de toda estructura
del poder de aquellas "cuitas"
que son sólo comeduras
de nuestros cocos hambrientos.

Luchemos, pues, por la vida.
Por la nuestra, no la suya.
Que la suya sólo es rabia,
que la suya es dictadura.

¿Qué decís "malabaristas"?
"....os anuncio que prometo...."
Ni queremos tus promesas
ni ¿por qué no?, vuestros sesos.
Sólo exigimos las tierras.
Sólo queremos lo nuestro.
Que es el hombre.
Que es la vida,
que es el perro que no muerde
por su rabia contenida.

1977